Bruselas, 25 feb (Prensa Latina) La Unión Europea (UE) aprobó hoy sus directrices de negociación con el Reino Unido en materia comercial y económica.
A partir de estas medidas los europeos buscarán garantías contra una competencia desleal por parte de Londres, indicaron voceros.
Esas fuentes afirmaron que el Consejo de la UE acaba de aprobar el nuevo mandato de negociación para la futura relación. El visto bueno abre la puerta al inicio en marzo de las discusiones con Londres, que deberán finalizar para el 31 de diciembre.
El negociador europeo Michel Barnier deberá así liderar la UE en unas discusiones que suelen tomar años, pero que Bruselas y Londres tienen que cerrar para finales de 2020 por la negativa del primer ministro británico, Boris Johnson, a prorrogarlas.
Por su parte, el canciller de los Países Bajos, Stef Blok, señaló que la presión del tiempo es inmensa y los intereses son enormes, por lo que será un trabajo duro.
El Reino Unido puso fin en enero a 47 años de membrecía al proyecto europeo, si bien sigue aplicando las normas europeas hasta finales de 2020 mientras ambas partes intentar cerrar su futura relación diplomática y comercial.
A partir de marzo, los negociadores deberán deshacer la actual estrecha relación económica y comercial entre históricos socios para construir una nueva a ambos lados del Canal de la Mancha, que ya enfrenta escollos.
Francia y Alemania insistieron evitar así la competencia desleal por parte del Reino Unido, que está llamado a convertirse, junto a Estados Unidos, en el principal socio comercial de la UE.
Además de las condiciones de la competencia, los asuntos de fricción entre Londres y Bruselas no escasean, como el futuro lugar de los servicios financieros en la UE o la cuestión muy sensible de la pesca.
El mandato de los europeos insiste en el hecho de que el futuro acuerdo sobre pesca tendrá que mantener un acceso recíproco a las aguas territoriales de los dos países, lo que parece difícil que Londres lo acepte.
La UE desearía también que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) tenga la última palabra para interpretar el derecho de del grupo, en caso de diferendo entre las partes.